Las circunstancias habían cambiado... y lo habían hecho para peor. Valoree nunca volvería a asumir la identidad de su fallecido hermano y cruzar los océanos con el sobrenombre del "Capitán Red". Nunca volvería a comandar a sus piratas para recobrar los derechos que le correspondían por nacimiento y buscar a los asesinos de su hermano.
Ahora, era la heredera del Castillo Ainsley, y ningún albacea entregaría ese magnífico patrimonio a una muchacha pirata soltera y a su infame tripulación —aunque fuera la única descendiente directa. Las condiciones de la sucesión estaban claras, si quería heredar tenía que casarse con un noble... y quedarse embarazada. En cuanto se entera de las "malas" noticias, la virginal pirata decide volver a los mares, pero la tripulación había sometido el problema a votación —y ella haría cualquier cosa por esos bribones que constituyen su única familia. Así que, a regañadientes, acepta su destino y tendrá que transformarse en una dama elegante y refinada con la ayuda de una prostituta —que hará de su carabina— y su tripulación —que se convertirá en su cortejo de sirvientes. A pesar de todo, hay algo que tiene muy claro: sólo se casará si encuentra a un hombre de carácter valeroso y que no tenga miedo de una.... Dama Pirata. Daniel, Lord Thurborne, necesita a una esposa, y Valoree es un soplo de aire fresco y la mujer más inusual que jamás haya conocido. Dispuesto a ayudarla en la búsqueda de un marido, Daniel se verá muy pronto sucumbiendo a los encantos de la muchacha y cayendo en su propia trampa.
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