*Hay cosas frente a las cuales la vida no nos da opciones. Una de ellas es que todos vamos a envejecer, salvo que nos muramos antes, lo que sería una pésima alternativa.*
* *
*Si bien no hay opción frente al paso del tiempo, sí la hay en la forma en que hacemos que éste pase por nosotras. Cabe entonces preguntarse ¿qué vamos a hacer con todos estos años que nos quedan por delante? Aburrirse… jamás. No sólo es FOME, sino que además es pésimo para la salud. Imagínense el panorama: aburridas y enfermas, literalmente… ¡no hay salud! Y entonces, ¿qué hacer cuando nos sobreviene el vacío, el sin sentido, la tontera, la depre o todas las anteriores? Es el momento de recurrir a los re.*
* *
*Partamos por revisarnos; un buen chequeo médico que explique o descarte alguna enfermedad que pueda ocasionar nuestros vaivenes emocionales en estas épocas en que el estrógeno nos abandona a pasos agigantados. Para eso, necesitamos buen ginecólogo, un siquiatra o un endocrinólogo; se puede partir por donde más nos acomode.*
* *
*Luego, retomar. ¿Cuántas cosas que nos gustaban, nos apasionaban o nos entretenían y tuvimos que postergar por la crianza, el trabajo, la exigencia que nos imponía armarnos un futuro estable? Y si ahora tenemos un poco más de tiempo y nos quedan ganas y energía, ¿qué mejor que retomar aquellas cosas que tanto nos gustaban? El bordado, la meditación, el tango, la filatelia, el basquetbol, la repostería, la equitación, el estudio de las culturas orientales…*
* *
*Reencontrarse. No sólo actividades interesantes vamos dejando en el camino, ¿cuántas personas que fueron importantes, que quisimos y nos quisieron, que acompañaron parte de nuestra vida dejamos de ver atrapadas por la vorágine de lo cotidiano? Éste es, sin duda, un buen momento para reencontrarse y mirar al vecino de nuestra adolescencia, a los antigu@s amig@s, a l@s compañer@s de curso, a los primos con los que veraneábamos. Con algun@s de ellos, tal vez sólo para recordar y disfrutar del sabor agridulce de la nostalgia, con otr@s para seguir construyendo la amistad interrumpida.*
* *
*Otro re que tiende a facilitar bastante la vida es relajarse. Estamos en edad de tomar conciencia que no podemos controlarlo todo, y que las personas que nos rodean (léase hijos, nietos, padres mayores, marido, nuera, etc.) pueden y deben decidir de qué manera quieren vivir su vida. No TODO depende de nosotras, ni debe hacerse a nuestro modo. Tampoco es saludable que siempre nos encuentren la razón (eso sería más bien sospechoso). Por lo tanto, descansemos de tanta responsabilidad autoimpuesta y relajémonos.*
* *
*Ahora bien, si tenemos la revisión técnica al día, hemos retomado las actividades que nos gustaban, nos hemos reencontrado con gente que nos hace bien y además no pretendemos controlarlo todo y andamos más relajadas por la vida, es el momento preciso para detenernos, mirarnos y revalorarnos. Sin duda, nos vamos a gustar más que antes.*
*Llegar hasta aquí, sí es nuestra opción.*
* *
*Si por alguna razón el camino de nuestros re, se viera obstaculizado por un marido machista, un jefe insufrible o unos hijos posesivos y egoístas, no olviden que siempre queda la alternativa de… rebelarse.*
* * *Por: Magdalena Max-Neef*
No hay comentarios:
Publicar un comentario