Ya esta llegando la Navidad y en mi tierra desde Octubre comienzan las festividades con la elección de la Gaita del Año y la Feria a nuestra Santa Patrona La Virgen de Chiquinquirá, cariñosamente llamada "La Chinita".
Para poner el blog a tono con esa tradición, he publicado varias notas relativas a la Virgen y cambiado la música en homenaje a la idiosincrasia del zuliano, espero que disfruten con los cambios.
Besitos
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domingo, 15 de noviembre de 2009
NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE CHIQUINQUIRA
Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, La Chinita, Virgen de Chiquinquirá o Madre mía, son algunos de los muchos nombres que los zulianos utilizan para llamar a su Santa Patrona.
Ella es la figura honrada, venerada y respetada por el pueblo, motivo de inspiración y epicentro de una de las tradiciones populares venezolanas: La Feria de la Chinita.
La trascendencia del culto a la Chinita nace del "amor inmenso, glorioso, excelso, sublime y tierno" que -como lo plasmó Ricardo Aguirre en la ya clásica gaita Grey Zuliana- este pueblo siente hacia su bondad.
"La Virgen de Chiquinquirá es uno de esos códigos simbólicos reconocidos como identificatorio por todos los zulianos", dice Nelly García en ¿Religión o religiosidad popular.
La Virgen del Rosario de Chiquinquirá es patrona de Colombia y ya era venerada en dicho territorio cuando apareció en Venezuela. Posiblemente, su figura llegó hasta Maracaibo a través de unos piratas que cercaron las costas del Zulia y "al retirarse dejaron caer sobre el lago un retablo de la Virgen de Chiquinquirá", dato que el antropólogo Rafael Strauss toma de la revista Momento y lo cita en su Diccionario de Cultura Popular.
En el resto de Venezuela se considera al zuliano depositario y defensor de un fuerte regionalismo. Resulta llamativo entonces, quizá paradójico, que la Santa Patrona de la región del lago venga de tierras foráneas. Sin embargo, es necesario resaltar que el culto que se le rinde en la actualidad es completamente zuliano y ninguno de sus devotos concebiría a esta figura como un agente extraño a su identidad.
Todos los episodios que recoge la tradición popular de La Chinita nos muestran cómo poco a poco se conformó un culto único que quedó marcado por los rasgos propios y distintivos de la idiosincrasia zuliana. Así, se construyó esa relación única que existe entre los devotos zulianos y la figura virginal.
De acuerdo con el relato del historiador Don Juan de Besson,..., a mediados del siglo XVIII una mujer estaba lavando en las orillas del lago de Maracaibo. De pronto, la corriente arrastró un trozo de madera "que ella empujaba de regreso" a las aguas. Pero la tabla retornaba con insistencia, por lo que la lavandera decidió llevársela para tapar la tinaja donde almacenaba el agua.
La continuación de la historia tiene variaciones, como es característico en los relatos eternizados y difundidos por medio de la oralidad. Una de las versiones cuenta que pasados los días y mientras lavaba la madera, la mujer se dio cuenta de que en la superficie aún se conservaba una imagen sagrada, quizá de alguna santa o virgen. La presencia de lo sagrado fue un cambio de señas para la señora, quien decidió ponerla en un altar que estaba dentro de
su habitación.
Transcurrió el tiempo hasta que ocurrió el milagro que inmortalizó la presencia de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá en la vida de los zulianos: la lavandera escuchó que golpeaban la pared de su cuarto. Cuando se acercó vio la aparición de la Virgen y por la intensidad de su emoción se echó a la calle, por donde corría y gritaba "¡Milagro! ¡Milagro!".
Mucha gente se enteró del extraordinario suceso, por eso tantos visitaban la casa de la mujer: todos querían ver la imagen de la tabla. Las autoridades de la Iglesia, ante las evidencias de los hechos, resolvieron reubicarla en la iglesia parroquial. Una muchedumbre que avanzaba a modo de procesión iba transportando la figura de la Virgen, hasta que ésta duplicó su peso y se hizo imposible continuar trasladándola a pie.
En plena incerteza, uno de los presentes propuso que más bien la llevaran hasta el templo de San Juan de Dios... ¡y funcionó! Todo volvió a la normalidad y la procesión reanudó la marcha.
Durante la era republicana comenzaron los festejos del pueblo en honor a La Chinita, aproximadamente en 1812, comentan Guido Walter y José Peñín en Enciclopedia de la música en Venezuela. El 18 de noviembre de 1942 –durante el gobierno del General Isaías Mediana Angarita- finalmente se hizo el acto de coronación de la imagen, de modo que la Iglesia legitimó e instauró la fiesta que se realiza todos los años.
Cada 18 de noviembre en el Zulia se conmemora el día de Nuestra Señora de Chiquinquirá, motivo por el cual las autoridades del Estado (Alcaldía y Gobernación) preparan variadas actividades tanto para el público interno como externo a la región.
En estas celebraciones puede distinguirse lo festivo, que corresponde con los actos feriales, de lo religioso, ámbito donde se enmarcan los rituales que le rinden pleitesía a la virgen durante "esta fecha bendita", según canta Ciro Ferrer en la gaita Vámonos pa´la Feria de La Chinita.
Nelly García señala que el último sábado de octubre empieza la "conmemoración" a esta virgen, cuando sacan la tablilla milagrosa de su nicho, ubicado en la Basílica Nuestra Señora de la Chiquinquirá, para que la reciban los devotos.
El 17 de noviembre, luego de ocultarse el sol, el sentir religioso se funde con la fiesta a través del Amanecer Gaitero. Ese día hay una "procesión chiquita" de La Chinita y los creyentes se congregan frente a la iglesia para cumplir sus promesas, bien sea caminando de rodillas o sin zapatos entran al templo y rezan el rosario o la novena. Junto con las gaitas, los cantos místicos están en el ambiente.
El día siguiente es el más importante de la conmemoración (18 de noviembre).
Se hace una misa "pontificial" y otra pequeña procesión para invocar la lluvia, continúa explicando García. Siete días después de este evento corresponde hacer la gran procesión, mientras que la de "la Aurora" es una semana más tarde y consiste en sacar a la virgen de madrugada para que reciba el amanecer en las calles de Maracaibo. Luego de siete días más, la
Santa Patrona vuelve a su altar.
Además de los actos netamente religiosos, están pautadas otras actividades como las ferias populares, corridas de toros y un partido de béisbol.
Con las manifestaciones populares que se desarrollan alrededor de La Chinita, sus devotos expresan -de manera consciente o inconsciente- ciertos elementos de la cultura regional, además de que renuevan los lazos que le unen a esta Divinidad.
Ella es la figura honrada, venerada y respetada por el pueblo, motivo de inspiración y epicentro de una de las tradiciones populares venezolanas: La Feria de la Chinita.
La trascendencia del culto a la Chinita nace del "amor inmenso, glorioso, excelso, sublime y tierno" que -como lo plasmó Ricardo Aguirre en la ya clásica gaita Grey Zuliana- este pueblo siente hacia su bondad.
"La Virgen de Chiquinquirá es uno de esos códigos simbólicos reconocidos como identificatorio por todos los zulianos", dice Nelly García en ¿Religión o religiosidad popular.
La Virgen del Rosario de Chiquinquirá es patrona de Colombia y ya era venerada en dicho territorio cuando apareció en Venezuela. Posiblemente, su figura llegó hasta Maracaibo a través de unos piratas que cercaron las costas del Zulia y "al retirarse dejaron caer sobre el lago un retablo de la Virgen de Chiquinquirá", dato que el antropólogo Rafael Strauss toma de la revista Momento y lo cita en su Diccionario de Cultura Popular.
En el resto de Venezuela se considera al zuliano depositario y defensor de un fuerte regionalismo. Resulta llamativo entonces, quizá paradójico, que la Santa Patrona de la región del lago venga de tierras foráneas. Sin embargo, es necesario resaltar que el culto que se le rinde en la actualidad es completamente zuliano y ninguno de sus devotos concebiría a esta figura como un agente extraño a su identidad.
Todos los episodios que recoge la tradición popular de La Chinita nos muestran cómo poco a poco se conformó un culto único que quedó marcado por los rasgos propios y distintivos de la idiosincrasia zuliana. Así, se construyó esa relación única que existe entre los devotos zulianos y la figura virginal.
De acuerdo con el relato del historiador Don Juan de Besson,..., a mediados del siglo XVIII una mujer estaba lavando en las orillas del lago de Maracaibo. De pronto, la corriente arrastró un trozo de madera "que ella empujaba de regreso" a las aguas. Pero la tabla retornaba con insistencia, por lo que la lavandera decidió llevársela para tapar la tinaja donde almacenaba el agua.
La continuación de la historia tiene variaciones, como es característico en los relatos eternizados y difundidos por medio de la oralidad. Una de las versiones cuenta que pasados los días y mientras lavaba la madera, la mujer se dio cuenta de que en la superficie aún se conservaba una imagen sagrada, quizá de alguna santa o virgen. La presencia de lo sagrado fue un cambio de señas para la señora, quien decidió ponerla en un altar que estaba dentro de
su habitación.
Transcurrió el tiempo hasta que ocurrió el milagro que inmortalizó la presencia de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá en la vida de los zulianos: la lavandera escuchó que golpeaban la pared de su cuarto. Cuando se acercó vio la aparición de la Virgen y por la intensidad de su emoción se echó a la calle, por donde corría y gritaba "¡Milagro! ¡Milagro!".
Mucha gente se enteró del extraordinario suceso, por eso tantos visitaban la casa de la mujer: todos querían ver la imagen de la tabla. Las autoridades de la Iglesia, ante las evidencias de los hechos, resolvieron reubicarla en la iglesia parroquial. Una muchedumbre que avanzaba a modo de procesión iba transportando la figura de la Virgen, hasta que ésta duplicó su peso y se hizo imposible continuar trasladándola a pie.
En plena incerteza, uno de los presentes propuso que más bien la llevaran hasta el templo de San Juan de Dios... ¡y funcionó! Todo volvió a la normalidad y la procesión reanudó la marcha.
Durante la era republicana comenzaron los festejos del pueblo en honor a La Chinita, aproximadamente en 1812, comentan Guido Walter y José Peñín en Enciclopedia de la música en Venezuela. El 18 de noviembre de 1942 –durante el gobierno del General Isaías Mediana Angarita- finalmente se hizo el acto de coronación de la imagen, de modo que la Iglesia legitimó e instauró la fiesta que se realiza todos los años.
Cada 18 de noviembre en el Zulia se conmemora el día de Nuestra Señora de Chiquinquirá, motivo por el cual las autoridades del Estado (Alcaldía y Gobernación) preparan variadas actividades tanto para el público interno como externo a la región.
En estas celebraciones puede distinguirse lo festivo, que corresponde con los actos feriales, de lo religioso, ámbito donde se enmarcan los rituales que le rinden pleitesía a la virgen durante "esta fecha bendita", según canta Ciro Ferrer en la gaita Vámonos pa´la Feria de La Chinita.
Nelly García señala que el último sábado de octubre empieza la "conmemoración" a esta virgen, cuando sacan la tablilla milagrosa de su nicho, ubicado en la Basílica Nuestra Señora de la Chiquinquirá, para que la reciban los devotos.
El 17 de noviembre, luego de ocultarse el sol, el sentir religioso se funde con la fiesta a través del Amanecer Gaitero. Ese día hay una "procesión chiquita" de La Chinita y los creyentes se congregan frente a la iglesia para cumplir sus promesas, bien sea caminando de rodillas o sin zapatos entran al templo y rezan el rosario o la novena. Junto con las gaitas, los cantos místicos están en el ambiente.
El día siguiente es el más importante de la conmemoración (18 de noviembre).
Se hace una misa "pontificial" y otra pequeña procesión para invocar la lluvia, continúa explicando García. Siete días después de este evento corresponde hacer la gran procesión, mientras que la de "la Aurora" es una semana más tarde y consiste en sacar a la virgen de madrugada para que reciba el amanecer en las calles de Maracaibo. Luego de siete días más, la
Santa Patrona vuelve a su altar.
Además de los actos netamente religiosos, están pautadas otras actividades como las ferias populares, corridas de toros y un partido de béisbol.
Con las manifestaciones populares que se desarrollan alrededor de La Chinita, sus devotos expresan -de manera consciente o inconsciente- ciertos elementos de la cultura regional, además de que renuevan los lazos que le unen a esta Divinidad.
FELIZ CUMPLEAÑOS MUERTO DE MI VIDA!!!!
Muerto! hermano de la vida, que cumplas muchos años mas!!
Que la vida, el destino, Dios y la Virgen te bendigan con mucha salud, amor, dicha y prosperidad!!
Abrazos Gordos y besos apretados
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