Todo estaba listo para la boda: las familias, los invitados, la hermosa novia... todo, excepto el novio, que prefirió no presentarse. Jane debería estar destrozada: sus posibilidades como mujer casadera en la alta sociedad británica han descendido a cero. Sin embargo, muestra una entereza muy extraña. Una entereza que sorprende a Grayson Boscastle, el seductor e impulsivo marqués de Sedgecroft y primo del novio desaparecido. Grayson se ofrece a ayudar a la muchacha.
Su plan consiste en aparentar que está cortejándola, para que vuelva a aparecer como una joven deseable para los jóvenes solteros de la alta sociedad. Claro que, ante una belleza y una sensualidad como la de Jane, la frontera entre la pasión fingida y la real es muy difícil de discernir. Comienza entre los dos un juego de seducción en el que ninguno tiene todas la cartas. Grayson es un experto que nunca falla en el arte de la conquista. Y Jane tiene su propio secreto: quizás el desastre de su boda no la pilló por completo desprevenida...
Para alejarla de su afición al escándalo y los bailes, la familia de Chloe ha terminado por recluirla en la aburrida mansión de su tío, Sir Humprey. Atrás quedan las fiestas, las risas y las amistades más peligrosas. Pero ahora se enfrenta a una situación inimaginable, secuestrada en su propia casa por un hombre al que todos creen muerto, un sujeto peligroso, desesperado... y muy atractivo.
Un hombre que sólo podía ser un fantasma: Dominic, vizconde de Stratfield, presuntamente asesinado. Pero como Chloe descubre pronto, el caballero está muy vivo... y su poder de seducción es más que una leyenda. Pronto, Chloe decide pasar de secuestrada a cómplice de Dominic, a pesar de los peligros. Porque... ¿Qué es otro pequeño escándalo para una mujer enamorada?
Jillian Hunter es una autora que sabe divertir y emocionar a partes iguales, con unos personajes que se saltan todas las normas en el juego de la seducción.
La atracción de lord Heath Boscastle por Julia Hepworth comienza súbitamente. Ella le dispara durante una cacería... por supuesto, de forma accidental. Aunque el disparo le alcanza en el hombro, la belleza de la mujer perfora su corazón y no tardan en saltar chispas cuando son pillados en una posición casi comprometedora. Demasido inexperta para comprender tan abrumadoras emociones, Heath y Julia se separan. Ahora, años después, Heath es un oficial de inteligencia de alto rango al que se le pide que proteja a la prometida de su comandante, que no es otro que Julia, mientras dan caza a un escurridizo espía.
Heath no tarda en lamentar su promesa cuando se encuentra de nuevo con Julia... y su deseo mutuo sigue ardiendo con más intensidad que nunca. Por supuesto que la protegerá; el peligro acecha y se huele en el aire. Y a Heath jamás se le ocurriría traicionar a su amigo, hasta que descubre que él ha estado traicionando a Julia. De pronto, Heath comienza con la seducción, pero Julia tiene un par de ases en la manga... y está decidida a ser jugadora, y no un mero peón en su perverso juego.
Lord Drake Boscastle lo tiene todo, buena apariencia, gran riqueza y un encanto algo malvado. Ciertamente parece que lo tiene todo, excepto la felicidad. Esperando apaciguar su creciente descontento, está preparado para su apasionada cita con una de las más celebres cortesanas de Londres. Pero la programada noche de placer, y el mundo de Lord Drake, queda patas arriba por Eloise Goodwin, una correcta institutriz, con unas voluptuosas curvas y un ingenuo seductor. Aún con una experimentada cortesana dispuesta a satisfacer cada uno de sus caprichos, Lord Drake no puede olvidar su encuentro con Eloise.
Aunque se siente atraída por ese misterioso y atractivo libertino, Eloise tiene asuntos más apremiantes en los que centrarse. Su joven y rebelde pupilo ha escapado durante la noche a un local de dudosa reputación y no aparece por ningún sitio. Dispuesto a ayudar, Lord Drake debe intentar resistir su deseo de caer en la anhelante pasión que siente por Eloise. Un libertino no cambia nunca... ¿...O el indomable Lord Drake está siendo por fin domesticado?
5. Las Pecaminosas noches de un Noble
6. Los Diabólicos Placeres de un Duque
5. Las Pecaminosas noches de un Noble
Durante
una encantadora velada en el romántico campo inglés, Lord Devon Boscastle, uno de los más evasivos solteros de Londres,
intenta que una dama dispuesta y atrevida quiera compartir una noche de pecado.
Así que está encantado de aceptar una misteriosa invitación que le ha llegado
para una cita a medianoche.
La
señorita Jocelyn Lydbury, una
recatada debutante, ha puesto su corazón en la propuesta de matrimonio de
cierto caballero respetable. Invitada a una cita secreta, espera finalmente
conocer a su admirador por largo tiempo. Para su consternación, es el
arrebatador Devon quien está a la espera de su dama de medianoche. Antes de que
la pareja pueda desenmascarar quien les ha engañado, son descubiertos en un
apasionado abrazo y forzados a contraer matrimonio.
Aunque
Devon le deja claro que no cambiará sus costumbres libertinas por nadie, una
vez de regreso a Londres se sorprende al descubrir que su tímida esposa se ha
convertido en una atractiva tentadora. Pero poco sabe él que Jocelyn ha jurado
domar a su hermoso libertino... en el salón de baile y en el dormitorio6. Los Diabólicos Placeres de un Duque
Adrian Ruxley podrá
ser un encantador libertino que hechiza hasta las moscas, pero no es un hombre
dado a permanecer quieto mientras una dama es acosada, ni siquiera en una boda
organizada por la dama en cuestión, Emma
Boscastle, profesora de buenos modales en su academia de Londres para
jóvenes damas. Adrian se enfrenta al ofensor, se produce un altercado, y ahora
este adulador se encuentra recuperándose bajo el techo de Emma, encantado de la
profunda preocupación que refleja su encantador rostro. Ella tiene un encanto
que ningún libertino puede resistir.
Emma
está escandalizada con su propio comportamiento, seducida por un desconocido,
atractivo ciertamente, eso sí. ¿Cómo podrá ocultar su indiscreción de la mirada
de sus perceptivos hermanos? La pasión que Adrian ha despertado, y los
sensuales placeres que le ha mostrado, han convertido los días de Emma en la
academia en una exhibición impropia y sus noches en un audaz abismo de
sensualidad. Pero cuando su intimidad revela los turbulentos secretos de
Adrian, Emma quiere afrontar su más ambicioso plan: reformar a un libertino.
El apuesto
oficial de caballería sir Gabriel
Boscastle, regresa de Waterloo siendo un héroe, sólo para retomar su
búsqueda de placeres prohibidos en Londres. No hay apuesta que este cínico
caballero no acepte, ni mujer que no pueda seducir. Pero cuando viaja a la
mansión campestre que ganó a las cartas, descubre que existe un juego al que
jamás ha jugado, y que podría haber encontrado la horma de su zapato. Su
contrincante y vecina no es otra que Alethea
Claridge, la única persona que le plantó cara durante sus años más alocados
y la única mujer que ha logrado capturar su corazón.
La hermosa y
solitaria lady Alethea sigue, aparentemente, de luto por su prometido, que
murió en la batalla. Pero bajo su escudo de fingida aflicción, oculta un atroz
secreto que podría destruir su reputación para siempre. De modo que, cuando una
noche este apuesto jinete regresa como un trueno a su vida, comprensiblemente recela
de él. Alethea defendió a Gabriel cuando era un muchacho travieso. Pero ahora
que es un seductor, le revela sus deseos sensuales sin la menor duda, pese a
que jura que se reformará. ¿Se redimirá este irresistible granuja y le
devolverá a Alethea la confianza en el amor o la arruinará para siempre?
Alethea no tardará en tener la respuesta mientras Gabriel pone en tela de
juicio todo lo que ella cree acerca del amor, de sí misma, y de lo que se
precisa para ser un héroe.
¿Qué debe de
hacer una esposa a la que han descuidado cuando su marido se marcha a misiones
clandestinas a lugares desconocidos? Jugar a ser espía, aunque solo sea para
ocupar esas noches solitarias que antes estaban llenas de eróticos placeres.
Cuando Eleanor Prescott se casó con
el apuesto oficial de infantería que la cortejaba entre una y otra misión,
imaginaba cualquier cosa menos una separación de seis años. Ahora el enigmático
esposo que hacía arder su cuerpo con su sensual contacto ha vuelto para
conquistarla y desvelar todos sus secretos.
Sebastien Boscastle estaba preparado para plantar batalla en lo
referente a su maltrecho matrimonio, pero no para pillar a su esposa disfrazada
y merodeando por la noche. Y sin embargo, el juego de espionaje y seducción de
Eleanor solo sirve para avivar su ardiente deseo de reclamar hasta el último
centímetro de su ser.
Desde los oscuros callejones de Londres a las sábanas de seda del lecho
conyugal, Sebastien lanza sus dulces y sensuales avances, dispuesto a poseer
todo cuando Eleanor esté dispuesta a entregar.
Lord Griffin Boscastle no tiene
intención de poner fin a su gloriosa carrera de libertino ahora que ha heredado
un ducado. Pese a todo, el título conlleva ciertas responsabilidades que no
debe descuidar antes de darse de nuevo a la vida disipada, una de las cuales es
encontrar esposa y matricular a su incorregible sobrina en una academia para
señoritas fuera de Londres. Y es allí, en dicha academia, donde conoce a la
institutriz Harriet Gardner, quien
despierta en él emociones tan peligrosamente embriagadoras que debe evitar su
compañía a toda costa. Pero cuando Harriet encuentra trabajo en la residencia
donde vive Griffin, su sola presencia le tienta hasta límites insospechados.
Harriet ha sobrevivido en las calles de Londres durante demasiado tiempo
como para consentir que un arrogante duque corteje a una novia a la que no
desea cuando es ella quien le quiere para sí, y ha pasado por demasiadas cosas
en la vida como para no reconocer a un hombre que está listo para redimirse.
Pero justo cuando Harriet encuentra la cura perfecta para la diabólica conducta
de su señoría, surge la intromisión de un vengativo enemigo, y el duque al que
Harriet planea salvar se convierte de pronto en su devoto protector.