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sábado, 12 de diciembre de 2009

 Tomado de el blog de mi amiga Liz: DE TODO Y PARA TODOS

VIRGENCITA DE CAACUPÉ

Quisiera compartir con ustedes la historia de la Virgencita Azul de Caacupé, patrona de la gente humilde y trabajadora, hacedora de milagros y "Madre" de todos los paraguayos, ya que el 8 de diciembre se festeja su día. 

En Paraguay, ese día es feriado de una manera a favorecer a todos aquellos que quieran concurrir junto a ella. 

A Caacupé, situada a 54 kilómetros de Asunción, llegan miles de peregrinantes, de los cuatro puntos cardinales de mi país, y también de ciudades de la Argentina, Brasil, Bolivia y Chile, como así también de España, Alemania, Francia y otros países. No son sólo mis compatriotas los que acuden, sino también personas de diferentes nacionalidades, que vienen a dejar testimonio de los favores recibidos.
 
Niños, jóvenes, adultos y ancianos acuden a venerar a La Madre; lo hacen a pie, a caballo, en carretas, en omnibús, autos, camionetas, motos y bicicletas; a cumplir promesas por los favores recibidos,  a realizar una ofrenda, a pedir soluciones para distintos tipos de problemas o simplemente, a rendirle un homenaje y pedir bendiciones, para un proyecto que se va a encarar, para un hijo que viene en camino o para un nuevo trabajo.

Aquí la presento... esta Hermosura es la Reina del Paraguay!!!


Es mi pedido Madre mía, que derrames tus bendiciones sobre tod@s mis amig@s virtuales y sus familias, para que siempre tengan salud, trabajo, paz, amor y felicidad.


Esta es su historia...

Extraída de www.corazones.org

Autor: Estebán Grillón
Nos cuenta la historia que corría el año 1600.....cuando cierta mañana un grupo de indios Mbayaes perseguía a un guaraní con intención de darle muerte, tal vez por pertenecer a otra tribu dominante del área, o tal vez porque el indio guaraní convertido al cristianismo y era feligrés de los franciscanos, a los que los Mbayaes temían tanto como al diablo.

Completamente acorralado como estaba y desesperado por la suerte mortal que le esperaba, el indiecito convertido se escondió detrás de un gran árbol que le parecía protector. Agazapado y tembloroso, se le iluminó de pronto el recuerdo de la Inmaculada Concepción, que era la Virgen de su predilección. Entre súplicas y suspiros, entre miedo y esperanzas, le prometió a la Reina de los Cielos que si lo libraba de sus injustos y feroces enemigos, le haría una imagen de la misma madera de aquel árbol.

Milagrosamente, los Mbayaes no lo encontraron en aquel monte y al caer la noche se vieron obligados a volver a sus tolderias. El indiecito guaraní se vio luego libre......y no vivió más que para cumplir su promesa.

Esperando un prudencial tiempo, el guaraní vuelve al árbol protector, ya con sus primitivas herramientas. Desgajó de aquel tronco la madera necesaria para su propósito, puso a secarla, y pacientemente, con todo el arte de sus manos y el fervor de su alma, se puso a esculpir dos estatuas de la Virgen: una, mas grande, destinada a la Iglesia de Tobatí, cercana al lugar, y otra, mas pequeña, para su devoción particular.

Esta imagen menor es la Virgen de los Milagros que se la venera en la ciudad de Caacupé; imagen menor que iba a resultar la mayor, por la abundancia de sus dones y de sus fieles. Según la opinión de los críticos de arte en madera, la imagen es una creación artística genial, de belleza extraterrena.

La historia no ha recogido datos de la imagen mayor, que se supone saqueada por los salvajes Mbayaes. Tampoco se supo mas de aquel indiecito guaraní y cristiano, pero aunque nunca sepamos a quien deben la fe y la iglesia esa obra de inspiración divina, nuestra fe nos dice que ya está desde hace tiempo compartiendo con nuestra Madre Celestial..... y quien podría negar que no estuviera hoy intercediendo por todos los que estamos aquí reunidos brindándole este homenaje.
En Paraguay, la Virgen se manifestó como Madre protectora de los más humildes a través de esta advocación. Se le llama “Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé”, “Virgencita de Caacupé”, “Virgen de los Milagros de Caacupé”, “Virgen Azul de Paraguay” o, sencillamente, “María de Caacupé”.

En su fiesta central el número de visitantes bordea los 200.000. Por todos los hechos que en esa ciudad se presentan, es catalogada como la Ciudad Espiritual de Paraguay.


Esta es su oración para aquell@s que la necesitan...

Oración a la Virgen de Caacupé
"Santísima Madre de Dios y Madre nuestra,
desde vuestro Santuario de Caacupé cubrid con vuestro manto protector
a vuestros devotos y a todo el Paraguay.
Interceded por nuestros padres y bienhechores,
por los desvalidos y todos los necesitados de perdón y misericordia.
Proteged a nuestra Santa Madre la Iglesia
y alcazad luz a los magistrados para
que hagan justicia y haya paz entre los hombres.
Después de la gracia particular que os pedimos,
alcanzadnos también la gracia
mayor de perseverar en nuestra Fe
y en vuestro Amor,
para así merecer la realización de
la promesa que Nuestro Señor Jesucristo
nos hiciera cuando dijo:
"El que persevere hasta el fin se Salvará."
A Vos pués, Madre querida,
clamamos para que nos obtengáis tan singular favor.
Amén."
(Pídase la gracia particular)

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